JARDINES ZEN

Jardines Zen: haz de tu espacio al aire libre un remanso de paz y serenidad

Todos hemos oído hablar de ellos, pero ¿qué es exactamente un jardín Zen? En esencia, un jardín Zen se basa en la búsqueda de equilibrio creando un área de transición entre el interior de la casa y el entorno exterior siguiendo la tradición oriental. Para ello, podemos utilizar plantas como helechos, brotes de bambú y también flores de loto para crear un espacio que irradie paz y tranquilidad donde uno se sienta cómodo, relajado e inspirado.

Un jardín Zen sigue los principios del Feng Shui, en el que el equilibrio de proporciones, tonos, luces y sombras, texturas y también formas, dimensiones y distribución es vital. La forma en que se proyectan la luz del sol y las sombras, cómo interactúan con las vistas y también el sonido y la energía emitidos por elementos de agua juegan un papel importante en la creación de un jardín Zen, que si se hace bien no puede dejar de impresionar y evocar una profunda sensación de bienestar.

Otro ingrediente vital es la capacidad de conseguir diseñar un lugar que se sienta como un rincón escondido, íntimo y casi olvidado que ha estado esperando solo a que lo descubras. De hecho, hacer un jardín Zen es como robar un trozo de paraíso o crear un oasis en el desierto. Es un lugar de serena belleza que puede actuar como un refugio reconfortante para el cuerpo y la mente.

 

 

Pequeño, íntimo e impresionante

Un jardín Zen es hermoso y especial, pero para que funcione debes crear una sensación de paz y privacidad que lo convierta en un espacio íntimo y personal. Las características del agua, la vegetación, los bancos, las luces / sombras, las vistas en sección transversal y también las estructuras construidas se encuentran entre los ingredientes principales de un jardín Zen exitoso porque ayudan a establecer el tono.

Piensa en estanques y arroyos naturales, tal vez con peces Koi y sí, definitivamente con agua en movimiento formando una banda sonora pacífica para momentos de meditación. Las coníferas y los brotes de bambú ayudan a delimitar diferentes áreas y crear un sentido íntimo y privado, y si estás construyendo una estructura, asegúrate de que tenga materiales naturales como madera, piedra o paredes rústicas enlucidas. Si agregas flores de loto, cerezos o almendros, arces, obtendrás un jardín japonés, evitando la tentación de desordenar. No olvides que los japoneses son maestros del minimalismo elegante y también maestros del Zen, así que opta por la simplicidad elegante para lograr un efecto óptimo.

Las linternas chinas agregan una sensación ambiental divertida, y si puedes crear un jardín Zen que evolucione con cada una de las estaciones, conseguirás un pequeño refugio privado que se mantendrá fresco y emocionante.

 

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