FINAL DE OBRA
El resultado de la propuesta de La Menara en DWM es una experiencia sensorial integrada en la estética del evento: un jardín temporal que no sacrifica profundidad.
MATERIALES
Este uso técnico y estético de los materiales convierte a la intervención de La Menara en DWM en un ejemplo de diseño de jardines en Marbella donde conviven innovación, estética contemporánea y detalle constructivo.
PROCESO DE OBRA
El proceso de obra se centró en lograr una integración armoniosa entre arquitectura efímera y naturaleza, garantizando que el jardín ofreciera una experiencia emocional completa.
DISEÑO CREATIVO
El diseño creativo del proyecto DWM habla de diálogo: entre el objeto de diseño (módulos expositivos, arte, mobiliario) y el espacio verde, entre la temporalidad de la feria y la permanencia de un mensaje visual.
FINAL DE OBRA
Al atravesar la entrada de la instalación de La Menara en DWM, el visitante se introduce en un recorrido que mezcla arte, arquitectura efímera y naturaleza. Se siente una escena teatral donde cada textura, sombra y planta actúa como un gesto simbólico. Las estructuras ligeras y los recorridos vegetales se combinan con mobiliario expositivo y elementos de agua que condensan un paisaje poético.
El equilibrio entre estética y funcionalidad se convierte en protagonista, transformando lo efímero en duradero a través de su capacidad de evocar cultura, medioambiente y emoción.
El espacio expositivo se distribuye a lo largo de plataformas que alternan zonas de paso y áreas de contemplación, creando diferentes escenas. Los elementos vegetales —arbustos, gramíneas, especies mediterráneas seleccionadas y vegetación de porte medio— enmarcan el camino, filtrando la luz cambiante del día y generando sombras danzantes que evolucionan con la trayectoria solar. El agua aparece como reflejo, pequeño estanque o lámina ligera, aportando frescura visual y sonora al recorrido.
Cada rincón está diseñado para ser contemplado, fotografiado y vivido durante el evento, pero también para resonar más allá de él como testimonio de diseño paisajístico de autor.
El resultado de la propuesta de La Menara en DWM es una experiencia sensorial integrada en la estética del evento: un jardín temporal que no sacrifica profundidad, y que transmite la filosofía de paisajismo de autor Marbella con la elegancia, cuidado técnico y ingenio que caracterizan el trabajo de La Menara.
En el marco de la prestigiosa feria de diseño Design Week Marbella, la propuesta expositiva de La Menara dentro de DWM se revela como una intervención efímera con vocación permanente: un jardín que dialoga con la identidad creativa del evento, pero que también proyecta una memoria visual más allá de su duración temporal.
Situado en un entorno vinculado al paisaje marbellí, este espacio ha sido concebido para emocionar, suscitar reflexión y mostrar de forma tangible lo que significa el diseño aplicado al paisaje.
MATERIALES
La materialidad del proyecto DWM combina lo ligero y lo duradero, lo conceptual y lo utilitario. Se emplean superficies modulares —paneles, plataformas móviles y elementos estructurales ligeros— revestidos o acompañados por acabados naturales como piedra, listones de madera tratada y revestimientos vegetales integrados. Estos materiales han sido seleccionados para responder tanto a las exigencias temporales del montaje de feria como a la estética permanente del diseño de jardines contemporáneo.
Los paneles o estructuras expositivas se entrelazan con jardineras integradas que contienen vegetación adaptada al clima mediterráneo, lo que aporta frescura, textura y vida vegetal al montaje. Las jardineras pueden estar elevadas o integradas en módulos expositivos, actuando como piezas de mobiliario vivo dentro de la escena del evento.
Los suelos combinan elementos rígidos y permeables: pavimento modular, losas ligeras de piedra o superficies de madera temporales para zonas de tránsito, y mantos vegetales bajos o grava vegetal en zonas de transición. El diseño incorpora sistemas de riego discretos y eficientes, adecuados para una utilización puntual pero respetuosa con el entorno y sostenible incluso cuando el jardín deja de formar parte activa de la feria.
La iluminación expositiva juega un papel clave: focos regulables, iluminación puntual sobre vegetación y piezas empotradas en módulos de estructura ligera. La iluminación del estanque crea una danza de reflejos sobre la vegetación del jardín. Por la noche, la instalación de La Menara se convierte en una instalación lumínica con atmósfera dramática y cuidada, donde la luz interactúa con las plantas y los materiales para prolongar la experiencia más allá de las horas oficiales del evento.
Este uso técnico y estético de los materiales convierte a la intervención de La Menara en DWM en un ejemplo de diseño de jardines en Marbella donde innovación, estética contemporánea y detalle constructivo conviven en perfecta armonía.
PROCESO DE OBRA
La instalación de La Menara en Design Week Marbella se desarrolló mediante un proceso cuidadosamente planificado para combinar temporalidad y calidad constructiva. El montaje se estructuró en torno a plataformas modulares y recorridos vegetales que permitieran un flujo continuo de visitantes, alternando áreas de tránsito y zonas de contemplación. Cada módulo expositivo integraba vegetación, mobiliario y elementos de agua, ensamblándose de forma que respetara la identidad mediterránea y garantizara estabilidad y seguridad durante la feria.
La elección de materiales y técnicas constructivas priorizó la ligereza y la adaptabilidad: paneles móviles, superficies de madera tratada, losas de piedra ligera y jardineras integradas permitieron un montaje ágil y eficiente, manteniendo una estética coherente con el diseño de jardines contemporáneo. La instalación de riego, la iluminación puntual y los elementos de agua se coordinó con precisión para que cada detalle funcionara desde el primer día de la feria, optimizando recursos y asegurando un resultado visual y sensorial impactante.
El proceso de obra se centró en lograr una integración armoniosa entre arquitectura efímera y naturaleza, garantizando que el jardín no solo cumpliera su función expositiva, sino que ofreciera una experiencia emocional completa, donde la luz, la sombra, el agua y la vegetación dialogan con los visitantes a lo largo de todo el recorrido.
DISEÑO CREATIVO
Cada módulo expositivo integra vegetación y componentes sensoriales: texturas vegetales, agua reflejante, superficies contrastadas y muebles de diseño que funcionan como parte del jardín y parte del mensaje artístico.
La organización espacial atiende a la estética del evento: líneas limpias y geométricas definen plataformas de exhibición, mientras curvas suaves y vegetación orgánica contrarrestan esa rigidez expositiva.
El recorrido invita a la participación, a detenerse junto a una instalación vegetal, a sentir la textura de la hoja, a observar el reflejo del agua en un panel de metal, a descansar sobre la sombra proyectada por una pérgola ligera.
El trabajo con el agua es simbólico y funcional: espejos reflectantes y láminas rasas generan juegos de luz y perspectiva entre las piezas expositivas y el jardín vegetal. En algunos módulos, la vegetación actúa como fondo vivo de una pieza artística, mientras que en otros sirve de barrera sutil de intimidad visual o acústica.
La vegetación seleccionada es una mezcla pensada de especies mediterráneas, gramíneas ornamentales y plantas de porte medio que ofrecen diversidad de textura y movimiento. Estos elementos vegetales fueron organizados en composiciones modulares que pueden desmontarse o adaptarse, manteniendo coherencia estética con la identidad de La Menara.
El diseño creativo del proyecto DWM habla de diálogo: entre el objeto de diseño (módulos expositivos, arte, mobiliario) y el espacio verde, entre la temporalidad de la feria y la permanencia de un mensaje visual.
En todo el proceso, se tuvo muy presente el ingenio para optimizar cada recurso y sorprender al visitante con soluciones creativas. Es una propuesta de paisajismo efímero en Marbella que trasciende su propio uso como instalación puntual, conjugando innovación técnica, belleza natural y sensibilidad moderna.
El planteamiento creativo de DWM para la feria de diseño se basa en la idea de intersección entre arte, paisaje y participación. La Menara ideó su instalación dentro de DWM como una pieza vivible, un jardín escenario en el que el visitante no solo contempla, sino que camina, respira, interactúa.
















