FINAL DE OBRA

 El proyecto de La Menara parte de una premisa clara: transformar el espacio exterior en un jardín habitable, donde la serenidad y la belleza del entorno se perciben en cada rincón.

MATERIALES

La elección de materiales en Villa El Padrón responde a la intención de crear un espacio contemporáneo profundamente conectado con su entorno mediterráneo. 

PROCESO DE OBRA

La ejecución del jardín de Villa El Padrón se llevó a cabo respetando la topografía natural y los ejes de composición definidos en el diseño.

DISEÑO CREATIVO

El diseño creativo de Villa El Padrón parte de una visión clara: reinterpretar el jardín mediterráneo desde una mirada contemporánea, combinando rigor geométrico y libertad natural.

FINAL DE OBRA

El jardín se despliega aprovechando la topografía natural del terreno. Desde cada punto, la vista se dirige hacia el horizonte, donde el agua de la piscina se funde visualmente con el mar.

Este gesto, característico del diseño de jardines en la Costa del Sol, refuerza la sensación de espacios amplios y abiertos, integrando la vivienda con el paisaje.

El sonido del agua acompaña el recorrido como una música suave. Su reflejo introduce frescura y movimiento, mientras la vegetación, densa y variada, construye una atmósfera envolvente. Es un jardín que no solo se mira, sino que se habita: un espacio donde la calma se materializa en textura, sombra y aroma.

La vegetación combina especies autóctonas con variedades tropicales, creando una composición rica en matices. Grandes palmeras marcan los puntos estructurales, mientras grupos de strelitzias, agapantos y gramíneas aportan ritmo y color. Todo el conjunto está pensado para ofrecer una experiencia sensorial completa: visual, táctil y emocional.

Villa El Padrón redefine el concepto de paisajismo en Estepona, integrando naturaleza y diseño en una obra donde el lujo se expresa a través de la serenidad.

En el entorno natural de Estepona, entre colinas suaves y vistas que se abren hacia el Mediterráneo, Villa El Padrón se erige como un diálogo perfecto entre arquitectura, paisaje y luz.

El proyecto de La Menara parte de una premisa clara: transformar el espacio exterior en un jardín habitable, donde la serenidad y la belleza del entorno se perciben en cada rincón.

El acceso se plantea como una transición sensorial. Un camino de piedra natural conduce al visitante entre líneas de palmeras y masas vegetales que filtran las vistas y preparan el ánimo para lo que está por descubrir.

La arquitectura de la vivienda, de volúmenes puros y geometrías contemporáneas, encuentra su contrapunto en un paisaje fluido y orgánico que invita a recorrerlo lentamente para Alcanar en el horizonte las vistas sobre el mar y el estrecho de Gibraltar. 

PROCESO DE OBRA

La ejecución del jardín de Villa El Padrón se llevó a cabo respetando la topografía natural y los ejes de composición definidos en el diseño. Las primeras fases consistieron en la preparación del terreno, nivelación de bancales y definición de accesos, asegurando que los caminos, escalones y plataformas integraran de manera fluida los diferentes puntos de interés, como la piscina y las zonas de vegetación clave.

Paralelamente, se instalaron los pavimentos y muros de piedra natural, coordinando su colocación con los volúmenes arquitectónicos existentes para mantener continuidad y armonía visual. La plantación se realizó siguiendo la estratificación prevista: especies de porte alto para definir ejes y sombras, porte medio para estructurar áreas intermedias, y coberturas bajas para suavizar los recorridos y encuentros con pavimentos.

Los elementos de agua y drenaje se implementaron con precisión, garantizando la integración funcional y estética, mientras que los sistemas de riego se ajustaron para maximizar eficiencia y sostenibilidad. La iluminación nocturna se incorporó al final del proceso, destacando los puntos focales y la arquitectura vegetal, creando ambientes envolventes sin alterar la sensación de naturalidad. Cada etapa se planificó para preservar la calma y la continuidad del paisaje, logrando un jardín habitable donde arquitectura, luz y naturaleza se potencian mutuamente.

DISEÑO CREATIVO

El proyecto se estructura mediante líneas maestras que nacen de la arquitectura y se expanden hacia el paisaje. Estas líneas, inicialmente rectas y contenidas, se suavizan a medida que avanzan por el terreno, adaptándose a su forma natural. El resultado es un jardín que fluye: los límites se desdibujan, la vegetación se funde con el horizonte y la experiencia espacial se convierte en un recorrido emocional.

El agua desempeña un papel esencial en esta narrativa. Desde el acceso hasta el área principal, su presencia acompaña el movimiento, guiando al visitante de un espacio a otro. Los espejos de agua reflejan las copas de las palmeras y las fachadas blancas, multiplicando las sensaciones de luz y profundidad. Este recurso, característico del paisajismo de lujo en Marbella y Estepona, refuerza la idea de continuidad y frescura.

La vegetación ha sido tratada como un material arquitectónico. Las especies de porte alto definen ejes y sombras; las de porte medio estructuran los espacios intermedios, y las coberturas bajas suavizan los encuentros con los pavimentos. Esta estratificación vegetal genera una lectura dinámica del jardín, que cambia con las estaciones y con la luz.

El conjunto se completa con áreas de descanso, pérgolas ligeras y terrazas que amplían el uso exterior de la vivienda. Cada elemento está pensado para potenciar la conexión emocional entre el habitante y el entorno. Villa El Padrón es, ante todo, una experiencia sensorial: un espacio que invita a detenerse, respirar y reconectarse con la naturaleza desde la calma y la belleza.

Inspirado en la esencia mediterránea pero concebido desde una sensibilidad contemporánea, este proyecto encarna la filosofía de La Menara: crear jardines que trascienden lo ornamental y se convierten en lugares habitables, sostenibles y profundamente humanos. Villa El Padrón es una obra de paisajismo de autor, donde el diseño se vuelve emoción y el espacio se transforma en un refugio de equilibrio y serenidad, destacando la sensación de amplitud en los puntos clave del recorrido.

El diseño creativo de Villa El Padrón parte de una visión clara: reinterpretar el jardín mediterráneo desde una mirada contemporánea, combinando rigor geométrico y libertad natural. Desde los primeros trazos, los arquitectos paisajistas de La Menara concibieron el espacio exterior como una extensión habitable de la vivienda, un entorno sensorial que acompaña el ritmo de la vida diaria.